top of page

Cada día te extraño un poquito más.

Cuando una mascota muere, no solo pierdes un animal, pierdes un amigo, un confidente, un familiar.

 

Ya pasó casi un año desde que te fuiste Canelita, y me sigues doliendo igual.

 

Duraste 10 años siendo parte de nosotros, eras la amiga de la familia, la compañera y cómplice. La que nos hacía correr cuando se escapaba, la que nos hacía enojar cuando sacaba la tierra de las macetas, la que nos acompañaba a correr o caminar por la calle, la que nos daba alegrías cuando nos hacía cariños; todas y cada una de esas cosas las tenemos presentes en nuestro corazón.

 

Mucha gente pensará, “es solo un animal, no debes llorar”, o cosas así; pero no, no es solo un animal, era parte de mi vida y esa parte se acabó y duele saber que nada volverá a ser igual, tendré que aprender a estar sin ti.

 

El mes de marzo de 2021, fue un mes demasiado complicado, ya que tu enfermedad nos hizo ver que en un abrir y cerrar de ojos todo cambia. Fue un mes duro, porque nos tocó sufrir contigo, ver que no podías comer, ni caminar, que no mejorabas. Todos los días me despertaba con la ilusión de que te volvieras a levantar, que pudieras probar bocado tú sola, pero no, era lo mismo, tirada en tu casita sin ganas de nada.

 

Así un mes entero, lleno de tratamientos, una operación, veterinario tras veterinario; lo único que esperábamos era que te curaras, que nos dijeran que ibas a mejorar, pero no, cada vez que había una esperanza, algo pasaba.

 

Hicimos todo lo posible para que te curaras, pero no se logró; y de verdad el dormirte ha sido una decisión muy triste, porque sentíamos que te estábamos matando; muy en el fondo teníamos esperanza de que te pudieras curar.

 

Tu cuerpo no aguantó más, al parecer tú ya sabías que tu momento había llegado y simplemente querías dormir.

 

Nunca voy a olvidar tu carita cuando llegué a despedirme de ti, era de tristeza, parecía que solo querías decir, “ya me cansé”.

 

Donde quiera que estés, gracias por cuidar de nosotros, por siempre sacarnos una sonrisa en un mal día, gracias por todo.

 

Me quedo feliz, porque sé que te dimos una vida muy bonita, que fuiste una perrita muy querida y que disfrutaste cada momento.

​Las historias que compartimos

bottom of page