​Las historias que compartimos
El Apego
Hoy, 1 año y 301 días que no estás físicamente con nosotros. Cuando fue el momento de tu partida pensé que ese momento sería el más doloroso; lo acepté pensando que todo estaba en manos de Dios y que mi alma estaba en paz porque estuvimos siempre juntas luchando contra esa enfermedad llamada cáncer que retumba en mis oídos como un sonido perturbador.
Pasan los días, desde ese momento y voy superando día a día tu ausencia.
Sin embargo, les comparto que después de 1 año, mis hermanas y yo, decidimos vender su casa, una decisión lógica pero que nunca me imaginé el apego tan grande que tenía con la casa, sus cosas, el lugar, el espacio, y todo lo material que envolvía su recuerdo.
Pasé por un segundo duelo, ¡qué dolor!... lloré como aquel día y aunque la razón me decía otra cosa, mi alma tenía que aprender a liberar ese apego.
Hoy entiendo que su recuerdo, su alma y su amor están en mi corazón.
En mi experiencia, el dejar ir ese apego me ha dejado mucho aprendizaje, madurez y fortaleza.
Los invito a reflexionar: ¿Cuántos apegos tienes? Realmente te hacen feliz o ¿sólo es el miedo a dejarlo ir?
Con cariño LZZ